FECASARM, patronal del ocio nocturno adherida a SPAIN NIGHTLIFE, acusa al ayuntamiento de Salou (Tarragona) de persecución al inspeccionar una discoteca 135 veces en 9 meses
La presión policial sobre el local más inspeccionado de España es desproporcionada e inaceptable por lo que FECASARM exigirá explicaciones al concejal de policía y al alcalde
La patronal pedirá que se investigue cuántas inspecciones se han realizado durante el mismo período a otros locales del municipio para acreditar la desproporción
El local de ocio nocturno Tropical, local de moda de la costa Dorada (Tarragona) por su oferta de alta calidad, se compone de dos locales que, a pesar de tener licencias y espacios independientes (Tropical Fusion y Tropical Salou), pertenecen al mismo titular y conforman una unidad al estar ubicados en el mismo centro de ocio, en el cual se ofrece la doble actividad de restaurante y de discoteca.
Dicho local, ubicado en la famosa calle Carles Buigas de la localidad turística de Salou (Tarragona) es el local de ocio nocturno de España que más inspecciones policiales han recibido en los últimos meses de actividad ya que desde abril de 2019 hasta el mes de julio de este año ha recibido 135 inspecciones por parte de la policía local de Salou, y ello teniendo en cuenta que dichos locales abren tan solo durante la temporada estival (de abril hasta octubre) y que los meses de la crisis sanitaria no han abierto sus puertas.
La mayor parte de las inspecciones recibidas por el local Tropical afectan a la terraza del Tropical Fusion, la cual se encuentra ambientada con música por disponer de una licencia al efecto concedida por el propio ayuntamiento de Salou en el año 2017. Sin embargo, la policía local de Salou, obviando dicho hecho, realizó durante el año 2019 inspecciones a diario y levantaba cada vez una acta al respecto, sumando más de 30 actas al mes, llegando incluso a inspeccionar el local 2 y 3 veces en un mismo día, haciendo la vida imposible al empresario titular de la actividad. Además, acusaba al local de superar el nivel de ruido permitido pero nunca realizó prueba sonométrica alguna. En base a ello se le han impuesto al local multas por importe de 85.000.- euros, las cuales se encuentran recurridas.
Otro foco de las continuas inspecciones de persecución al local ha sido la de constatar si el local Tropical Salou disponía de vigilante de seguridad, haciendo las inspecciones a las 8 de la tarde o a las 10 de la noche, incluso dos veces al día, cuando el local estaba vacío ya que todavía no funcionaba como discoteca, para de esta forma asegurarse una acta con sanción ya que el vigilante empieza a las 12 de la madrugada, hora a la que el local comienza a funcionar como discoteca y para la cual es obligatoria la presencia del mismo. Las sanciones impuestas al local por este concepto ascienden a 18.000.- euros, las cuales se encuentran también recurridas.
La inspección del pasado sábado, que terminó con el desalojo del local, fue la gota que colmó el vaso
El tercer motivo de inspección ha sido recientemente con relación al cumplimiento de las medidas sanitarias frente a la COVID-19 y las inspecciones han tenido lugar estos últimos días a razón de inspección por día. Así las cosas, la noche del pasado sábado sucedió un hecho que hizo colmar el vaso ya que la policía local, después de que pasaran por el local los agentes de la policía administrativa del cuerpo de Mossos d’Esquadra y comprobaran que el local estaba funcionando correctamente y con el aforo correcto (menos de un 50%), pasó la policía local y ordenó que se desalojara el local cuando todavía no se había llegado a la hora de cierre. La policía local alegó que había aglomeraciones en el interior del local y que no se cumplían las medidas sanitarias cuando ello es totalmente falso tal y como lo acreditan las grabaciones de las cámaras de seguridad del local. (véanse fotografías acompañadas).
Se da la circunstancia que quién avisó a la policía para poner orden en la calle ante la multitud de gente concentrada en la vía pública que quería acceder al local fue precisamente el titular de la actividad. Precisamente, al tener el local el aforo limitado a un 50% por las restricciones normativas no podía permitir la entrada a más gente y tan solo se permitía acceder a las personas que tenían reserva previa de mesa o bien entrada adquirida de manera anticipada. El local alcanzó durante esa noche un aforo del 40% del aforo según licencia y las personas que se encontraban en el local llevaban mascarilla excepto aquellas que estaban sentadas en la mesa con su grupo de contacto habitual, la pista de baile estaba ocupada por mesas y sillas tal y como marca actualmente la normativa catalana, todo el personal llevaba mascarilla, había gel hidroalcohólico a disposición de los clientes, carteles informativos sobre la obligación de llevar mascarilla y se cumplían todas las medidas de protección de la salud pues el local dispone incluso de un distintivo sanitario internacional otorgado por la Asociación Internacional de Ocio Nocturno.
Tal y como hemos anticipado, nos complace acompañaros tres imágenes del local grabadas por las cámaras de seguridad del local correspondientes a esa noche de la madrugada del pasado domingo día 5 de julio a las 2h, a las 3h y pasadas las 4h, a través de las que se puede ver claramente que en el local no existió en ningún momento aglomeración alguna ya que la gente estaba debidamente sentada de forma ordenada y cumpliendo las medidas sanitarias, todo lo que desvirtúa el contenido del acta de la policía en base a la cual se ordenó que se desalojara el local.
Esta ha sido la última de las 135 inspecciones que ha sufrido el local en 9 meses de actividad, siendo la situación totalmente insostenible, más cuando el local ha estado sin poder trabajar 3 meses. Si el local sigue recibiendo la presión policial injustificada a la que está siendo sometido deberá cerrar definitivamente y dejará sin trabajo a los 50 trabajadores que tiene activos más otros 50 que pretendía incorporar una vez la discoteca recuperara la normalidad. Una vez más nos encontramos con un caso de presunto abuso de poder y de autoridad que terminará como tantos otros, con el local de ocio nocturno cerrado de forma injusta. Si ello se produce, habida cuenta de la injusticia de la medida y de que el ayuntamiento estaría actuando a sabiendas de ello, los servicios jurídicos del local y de nuestra patronal estudiarán accionar judicialmente contra quién firme dicha resolución.
Por el momento, desde las patronales FECASARM y SPAIN NIGHTLIFE se va a solicitar al Ayuntamiento de Salou que facilite el número de inspecciones a que ha sometido al resto de locales de ocio nocturno de la localidad para que pueda quedar demostrado si hay persecución hacia este local en concreto o no y, en función del resultado, se exigirán las oportunas explicaciones al alcalde de la localidad, sr Pere Granados y los motivos que han llevado a realizar este número tan desproporcionado de inspecciones y todo ello será analizado jurídicamente de forma pormenorizada.
Para más información pueden llamar al teléfono 902.099.500 o bien al 670.703.370.